Lavoisier y los gases
Cuesta creer que el aire sea realmente
algo. No se puede ver y normalmente tampoco se deja sentir; y, sin embargo,
está ahí. Cuando cobra suficiente velocidad, sopla un viento huracanado que es
capaz de hacer naufragar barcos y tronchar árboles. Su presencia resulta
entonces innegable. El aire ¿es la única sustancia invisible?
Por
aquella época Van Helmont observó que al echar, por ejemplo, trocitos de plata
en un corrosivo muy fuerte llamado ácido nítrico, la plata se disolvía y un
vapor rojo borboteaba y dibujaba rizos por encima de la superficie del líquido.
¿Era aquello aire? ¿Quién había visto jamás aire rojo? ¿Quién había oído jamás
hablar de un aire que podía verse?
Van
Helmont conocía el mito griego según el cual el universo fue en su origen
materia tenue e informe que llenaba todo el espacio. Los griegos llamaban a
esta materia primigenia “caos”, pero van Helmont que era flamenco escribió la
palabra tal y como la pronunciaba: «gas».
Luego
de arduas experimentaciones y cuando lograron retener en alguna cámara estanca
el gas de las reacciones químicas, se pudieron conocer decenas de nuevos
“aires” y el químico francés que hoy no ocupa la atención, Antoine-Laurent
Lavoisier estaba enfrascado en el problema de la combustión. La
combustión —es decir, el proceso de arder u oxidarse una sustancia en el aire—
era algo que nadie terminaba de comprender.
Lavoisier
no fue, claro está, el primero en estudiar la combustión; pero tenía una
ventaja sobre sus predecesores, y es que creía firmemente que las mediciones
precisas eran parte esencial de un experimento. La idea de tomar medidas
cuidadosas tampoco era nueva, pues la introdujo doscientos años antes Galileo;
pero fue Lavoisier quien la extendió a la química.
Lavoisier
tenía, pues, buenas razones para sospechar que detrás de los cambios de peso
que se producían en la combustión estaban los gases. Mas ¿cómo probar su
sospecha? No bastaba con pesar las cenizas y la herrumbre; había que pesar
también los gases, pero como podía hacerlo?
Lavoisier
comenzó por pesar con todo cuidado el recipiente estanco, junto con la
sustancia sólida y el aire retenido dentro. Luego calentó aquélla enfocando la
luz solar por medio de una gran lupa o encendiendo un fuego debajo. Una vez que
la sustancia se había quemado o aherrumbrado, volvió a pesar el recipiente
junto con su contenido.
El
proceso lo repitió con diversas sustancias, y en todos los casos,
independientemente de qué fuese lo que se quemara o aherrumbrara, el recipiente
sellado no mostró cambios de peso.
Imaginemos, por ejemplo, un trozo de madera reducido a cenizas por combustión. Las cenizas, como es lógico, pesaban menos que la madera, pero la diferencia de peso quedaba compensada por el del gas liberado, de manera que, a fin de cuentas, el peso del recipiente no variaba.
Este
es el famoso «principio de conservación de la materia». Y esta idea de que la
materia es indestructible ayudó a aceptar, treinta años más tarde, la teoría de
que la materia se compone de átomos indestructibles.
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COMPRUEBA QUE ENTENDISTE EL TEXTO.
1.- ¿De qué manera se
menciona en el texto el aire es evidente como materia?
2.- ¿ Cuáles fueron
las observaciones al experimentar realizadas por Van Helmont?
3.- ¿Con qué fenómeno
químico experimento Lavoisier?
4.- ¿ Cómo demostró
Lavoisier el principio de conservación de la materia?
5.- De acuerdo con lo
que ya conoces en teoría y práctica, enuncia el "Principio de conservación
de la materia".
UTILIZA NUEVO
VOCABULARIO.
CON LAS PALABRAS
SELECCIONADAS DEL TEXTO ARMA ORACIONES QUE SEAN INVENCIÓN
TUYA, SI NO CONOCES SU SIGNIFICADO,
INVESTIGALO.
GASES,
SUSTANCIA, CORROSIVO, REACCION QUÍMICA, COMBUSTION,
EXPERIMENTACION, MEDICION, PESO, CONSERVACION,
MATERIA
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martes, 27 de noviembre de 2012
LA LECTURA DE LA SEMANA CIENCIAS III
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